¡Trabajando bajo el sol abrasador y el calor extremo: Cómo proteger tu salud en trabajos en el exterior!!

En el ámbito laboral, la exposición a altas temperaturas y radiaciones solares ultravioleta puede tener efectos adversos en la salud de los trabajadores, especialmente aquellos que pasan largas horas al aire libre.

En este artículo, abordaremos la importancia de considerar múltiples variables para estimar el riesgo y adoptar medidas preventivas adecuadas. Acompáñanos mientras exploramos los factores de riesgo y cómo actuar para proteger la salud de los trabajadores.

Las radiaciones solares: factores de riesgo a tener en cuenta

Al evaluar los posibles daños que las radiaciones solares pueden causar en los trabajadores, es esencial considerar los siguientes factores:

  1. Intensidad de la radiación: La radiación ultravioleta solar está influenciada por la ubicación de la obra y la estación del año. La exposición de un trabajador/a dependerá de factores como:
  • Altura del sol: La radiación UV es más intensa alrededor del mediodía, cuando el sol alcanza su máxima altura.
  • Latitud: A medida que nos acercamos al ecuador, la radiación UV se vuelve más intensa.
  • Altitud: En zonas de mayor altitud, la radiación es más intensa debido a que la atmósfera es más delgada y absorbe menos radiación.
  • Nubosidad: Aunque las nubes reducen el riesgo, una parte significativa de la radiación puede atravesarlas.
  • Ozono: La concentración de ozono varía según la zona y afecta la cantidad de radiación UV que se filtra.
  • Reflexión del suelo: Superficies como la arena seca o la espuma del agua del mar pueden incrementar la radiación, incluso sin exposición directa al sol.
  1. Tiempo de exposición: Conocer la duración de la exposición solar es crucial para evaluar el riesgo. 

  2. Factores personales: Además de los factores externos, hay variables individuales que pueden influir en la respuesta de cada persona a la exposición solar, como:

  • Fototipo: La capacidad de adaptación de la piel a la radiación solar varía de una persona a otra. Es importante considerar el fototipo de cada individuo al tomar medidas de protección adecuadas.
  • Hábitos de exposición y medicamentos: Los hábitos de exposición al sol y ciertos medicamentos pueden aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con la exposición solar.

Las altas temperaturas

La sobrecarga térmica en condiciones de calor es el resultado del estrés térmico al que se somete una persona. Este estrés es causado por la combinación de varios factores:

  1. Condiciones ambientales: La temperatura del aire, la humedad relativa y la velocidad del viento son algunos de los elementos del entorno que afectan el estrés térmico.

  2. Actividad física: Realizar actividades físicas intensas bajo altas temperaturas puede representar un mayor riesgo.

  3. Ropa utilizada: La resistencia térmica de la ropa puede dificultar la liberación del calor generado por el cuerpo. Es recomendable utilizar prendas transpirables y ligeras que permitan la disipación del calor. Además, en algunos casos, es necesario utilizar equipos de protección individual que pueden afectar la evaporación del sudor.

Además de estos factores, la respuesta fisiológica de cada trabajador también está influenciada por otros aspectos personales, como:

  • Adaptación al calor: La aclimatación gradual al calor ayuda a tolerar mejor sus efectos y dificulta la sobrecarga térmica.
  • Estado físico: Un buen estado físico puede disminuir la posibilidad de sufrir estrés térmico.
  • Peso corporal: El sobrepeso aumenta el riesgo de sufrir daños por exposición a altas temperaturas.
  • Edad: Las personas de edad avanzada son más vulnerables al estrés térmico.
  • Enfermedades y medicamentos: Ciertas enfermedades y medicamentos pueden afectar la respuesta del organismo al calor, por lo que es fundamental informar al médico sobre cualquier condición relevante.
  • Consumo de drogas y alcohol: El consumo de drogas y alcohol puede empeorar la respuesta del organismo a las altas temperaturas.

¿Cómo actuar?

Cuando los riesgos provienen de las condiciones climáticas que no se pueden evitar ni modificar, la protección de los trabajadores en su trabajo requiere una planificación anticipada. Algunas medidas que se pueden adoptar incluyen:

  • Medidas organizativas: Planificar las tareas de manera que se minimice la exposición directa al sol y se programen descansos en áreas frescas y sombreadas.
  • Protección individual: Proporcionar a los trabajadores ropa y equipos de protección adecuados para contrarrestar los efectos del sol y el calor.
  • Información y capacitación: Brindar a los trabajadores información clara sobre los riesgos asociados con el sol y las altas temperaturas, así como las medidas preventivas que deben seguir.

La exposición al sol y las altas temperaturas puede representar riesgos significativos para la salud de los trabajadores. Al considerar los factores de riesgo y tomar medidas preventivas adecuadas, se puede proteger la salud y el bienestar de los profesionales. La planificación anticipada, la protección individual y la información clara son clave para enfrentar estos desafíos y garantizar entornos laborales seguros y saludables.