¿Sabes la clasificación de los EPIS?
En nuestro artículo de hoy, vamos a hablar de cómo se clasifican los Equipos de Protección Individual (EPIS) y su importancia para proteger a los trabajadores de los riesgos laborales.
Existen tres categorías de EPIS, las cuales se clasifican en función de la gravedad de los riesgos a los que protegen.
La primera categoría, la Categoría I, está destinada a proteger contra Riesgos Mínimos, como agresiones mecánicas superficiales o pequeños choques y vibraciones que no afecten a las partes vitales del cuerpo. Estos equipos pueden comercializarse sin la necesidad de someterlos al Examen CE de tipo, ya que el fabricante auto certifica el cumplimiento con las Exigencias Esenciales de Salud y Seguridad (EESS).
La Categoría II, por su parte, incluye los modelos de EPI que no están diseñados para proteger contra Riesgos Mínimos, pero tampoco están destinados a proteger contra Riesgos Graves. Estos equipos están sometidos al Examen CE de tipo y deben ir debidamente marcados.
Por último, la Categoría III corresponde a los equipos destinados a proteger contra Riesgos Graves, mortales o irreversibles sin que el usuario pueda descubrir a tiempo su efecto inmediato. Estos equipos incluyen los equipos de protección respiratoria, los EPIs destinados a proteger contra los riesgos eléctricos, los equipos de intervención en ambientes fríos o calientes, y los EPIs destinados a proteger contra las caídas desde determinada altura. Además de someterse al Examen CE de tipo, estos equipos deben someterse anualmente a un Control por parte de un organismo notificado para ello.
En resumen, es importante tener en cuenta la categoría de los EPIS para asegurar que el equipo de protección elegido es adecuado para el tipo de riesgo al que se expone el trabajador. Además, es necesario comprobar que el equipo cuenta con el marcado correspondiente y, en el caso de los equipos de Categoría III, que han pasado el Control anual por parte de un organismo notificado.