¿Qué formación PRL deben recibir los trabajadores? Qué exige la ley y cómo cumplirla

¿Qué formación PRL deben recibir los trabajadores? Qué exige la ley y cómo cumplirla

¿Sabías que no formar a tus trabajadores en prevención de riesgos laborales puede salirle muy caro a tu empresa? 

No solo económicamente, sino también en términos de seguridad, productividad y cumplimiento legal. 

La formación PRL no es solo un trámite, es una herramienta vital para proteger la salud de tu equipo y evitar accidentes laborales. 

Hoy en este artículo, vamos a ver todo lo que necesitas saber para cumplir con la ley y garantizar un entorno de trabajo seguro.

¿Qué es la formación PRL y por qué es obligatoria?

La formación en prevención de riesgos laborales (PRL) es un conjunto de conocimientos y medidas que todo trabajador debe recibir para identificar, prevenir y actuar frente a los riesgos asociados a su puesto de trabajo.

La formación PRL es un derecho y una obligación para todos los trabajadores, y también lo es para las empresas, que deben ofrecerla gratuitamente, antes de que el empleado empiece su actividad. 

Esta obligación está recogida en la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales.

Sin embargo, muchas empresas no saben que existen servicios de asesoría especializada en PRL para empresas, que ayudan a cumplir con esta normativa de forma eficiente, adaptando los contenidos formativos al sector y al puesto de cada trabajador.

Porque al final, la finalidad no es solo cumplir con la ley, sino proteger la vida, la salud y el bienestar del equipo humano.

Tipos de formación PRL según el puesto de trabajo

Existen distintos tipos de formación PRL en función del nivel de riesgo, el sector y las tareas del trabajador. Estas son los principales:

    • Formación básica o de nivel inicial: para todo trabajador, independientemente del puesto. Suele durar entre 20 y 50 horas
    • Formación específica por puesto: adapta los contenidos a las funciones concretas del empleado.
    • Formación por sectores: como construcción, industria, sanidad, transporte, etc
    • Formación continua o de reciclaje: para actualizar conocimientos o cuando cambian las condiciones del trabajo.

    A partir de aquí, es importante conocer cómo se aplica esta formación en casos concretos:


    ¿Qué formación necesita un trabajador de oficina?

    Aunque el entorno de oficina parezca seguro, también existen riesgos como posturas prolongadas, fatiga visual, estrés, etc. 

    En estos casos, suele ser suficiente una formación básica en PRL para personal de oficina con contenidos centrados en ergonomía, pausas activas, gestión del estrés y uso seguro de pantallas.

    Esta formación puede impartirse online, siempre que cumpla con los requisitos legales y esté acreditada.

    ¿Y un operario de riesgo?

    Si el trabajador realiza tareas peligrosas (maquinaria, altura, electricidad, productos químicos...), necesitará una formación PRL específica y sectorial, más extensa y con prácticas obligatorias. 

    En sectores como la construcción, la ley exige cursos de al menos 20 horas y acreditación homologada.

    Este tipo de formación debe actualizarse con frecuencia, sobre todo si cambian las condiciones del trabajo o los equipos utilizados.

    ¿Cuándo debe impartirse la formación en prevención de riesgos laborales?

    La ley es clara. La formación PRL debe impartirse antes de que el trabajador comience sus funciones, no vale dejarlo para más adelante. 

    Además, debe actualizarse:

    • Cuando cambie el puesto de trabajo o las funciones.
    • Al introducirse nuevas tecnologías o procesos.
    • Tras un accidente laboral o incidente relevante.
    • De forma periódica, como parte de la formación continua.

    No formar a tiempo al trabajador puede suponer una infracción grave, incluso aunque aún no haya ocurrido un accidente.

    ¿Quién imparte la formación PRL y cómo se acredita?

    La formación puede ser impartida por:

    • Servicios de prevención ajenos o propios.
    • Entidades homologadas por la autoridad laboral.
    • Centros de formación autorizados en PRL.

    En algunos casos, si la empresa tiene un departamento de prevención con personal cualificado, puede impartir la formación internamente.

    Para acreditar la formación PRL, el trabajador debe recibir un certificado oficial donde consten los contenidos, la duración, la modalidad (presencial u online) y la firma de un formador acreditado. 

    Este documento es esencial tanto para la empresa como para el empleado.

    Consecuencias de no formar a tus trabajadores en PRL

    No cumplir con esta obligación puede acarrear:

    • Multas que van desde los 2.000 hasta los 40.000 euros, dependiendo de la gravedad.
    • Responsabilidad penal si ocurre un accidente grave y no se ha formado adecuadamente al trabajador.
    • Inhabilitación para contratar con la Administración.
    • Problemas legales en caso de inspección o denuncia.
    • Reclamaciones por parte de los trabajadores.

    Además, una plantilla sin formación PRL está más expuesta a accidentes, bajas laborales, pérdida de productividad y mala reputación empresarial.

    Evitar estos riesgos está en tus manos, así que recuerda. Invertir en formación PRL no es un gasto, es una garantía legal y una muestra de compromiso con tu equipo.

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