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5 errores al usar equipos de protección individual en trabajos en caliente (y cómo evitarlos)

Trabajar en ambientes con altas temperaturas, chispas y llamas puede ser un desafío, pero lo que realmente marca la diferencia es cómo utilizas los equipos de protección individual (EPIs).

 

Puede que pienses que con ponerte el casco y los guantes ya estás protegido, pero hay errores comunes que pueden poner en riesgo tu seguridad sin que te des cuenta.

 

Si quieres evitar accidentes y garantizar que cada jornada termine sin contratiempos, te dejo aquí los 5 errores más frecuentes al usar EPIs en trabajos en caliente y cómo puedes corregirlos.

 

1.- Usar EPIs de trabajo inadecuados para la tarea

 

No todos los equipos de protección individual sirven para cualquier trabajo en caliente.

 

Un EPI mal elegido puede ser tan peligroso como no llevar protección alguna.

 

Por ejemplo, un guante que resiste cortes pero no calor extremo no te servirá si trabajas con soldadura.

 

Lo mismo ocurre con la ropa. Ssi no es ignífuga, podrías sufrir quemaduras graves ante una chispa accidental.

 

Cómo evitarlo. Antes de iniciar cualquier tarea, asegúrate de que tus EPIs de seguridad están diseñados específicamente para trabajos en caliente.

 

Verifica etiquetas, normativas y certificaciones como la EN 11612 (ropa de protección contra el calor y la llama) o la EN 407 (protección térmica para guantes).

 

2.- No revisar el estado del equipo de seguridad personal

 

Los elementos de protección personal no duran para siempre. Un casco con fisuras, unas gafas rayadas o un guante con pequeñas quemaduras pueden reducir su eficacia y aumentar el riesgo de lesiones.

 

Imagínate que estás usando una pantalla facial con pequeñas grietas. En caso de una chispa o salpicadura de metal fundido, podrías sufrir quemaduras faciales por una protección defectuosa.

 

Cómo evitarlo.  Haz inspecciones diarias antes de empezar tu jornada. Si detectas cualquier daño, sustituye el equipo inmediatamente.

 

También es importante saber cómo almacenar los EPIs correctamente para evitar su deterioro prematuro.

 

3.-No utilizar el equipo de protección personal (EPI) correctamente

 

No basta con ponerse los EPIs de trabajo, hay que usarlos bien.

 

Dejar el casco flojo, usar guantes con las puntas dobladas o no ajustar correctamente las gafas de seguridad puede comprometer su efectividad.

 

¿Sabías que muchos accidentes de seguridad en trabajos en caliente ocurren porque los trabajadores se suben las mangas o desabrochan la chaqueta para "estar más cómodos"?

 

Lo que parece inofensivo puede provocar quemaduras graves si una chispa entra en contacto con la piel expuesta.

 

Cómo evitarlo. Asegúrate de ajustar correctamente cada pieza de tu equipo de seguridad personal.

 

Las mangas deben estar siempre abajo, los cascos bien sujetos y las gafas ajustadas para proteger tus ojos en todo momento.

 

4.-  No saber qué certificados debe tener un EPI

 

Uno de los errores más graves es usar EPIs que no cumplen con las normativas de seguridad.

 

Si no verificas los certificados, podrías estar utilizando protecciones personales que no ofrecen la resistencia térmica ni la protección adecuada.

 

Por ejemplo, hay muchas copias o equipos de baja calidad que no cumplen con las normativas europeas y pueden fallar en el momento más crítico.

 

Cómo evitarlo. Antes de comprar o usar un EPI, verifica que tenga certificaciones como la EN 11612, EN 166 (protección ocular) o EN 397 (cascos de seguridad).

 

5.-  No recibir formación sobre cómo elegir el EPI adecuado

 

¿Sabes realmente qué es un equipo de protección individual y para qué sirve?

 

Muchas veces los trabajadores no reciben formación suficiente sobre cómo elegir, usar y mantener sus equipos EPI correctamente.

 

Por ejemplo, podrías pensar que una pantalla facial es suficiente para protegerte los ojos, pero si no la combinas con unas gafas de seguridad certificadas, sigues estando en riesgo.

 

Cómo evitarlo. No te quedes solo con lo básico. Aprender cómo elegir el EPI adecuado según el tipo de trabajo puede marcar la diferencia entre una jornada segura y un accidente.

 

Recuerda que tu seguridad depende de ti. Evitar estos errores es fácil si te tomas el tiempo de revisar, aprender y aplicar las mejores prácticas.

 

Así que revisa tu equipo, elige bien y nunca subestimes la importancia de los EPIs en trabajos en caliente.

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